miércoles, 17 de noviembre de 2010

Capitulo 25

Capítulo 25

Los sollozos de la noruega se escuchaban por toda la casa, al igual que los insultos y gruñidos de Tom hacia ella, quien no sabia lo que significaba la palabra "piedad".
Bill desconocia por completo a su hermano, no podia dejar que le hagan eso a una de las personas que más queria, luego de haberse puesto sus boxers rapidamente, corrio hasta donde se encontraban Tom y Zabhine.
El de cabellos negros empujo a su hermano con gran furia contenida, lo que hizo que este cayera de trasero sobre el piso.
Bill le tendio la mano a Zabhine para ayudarla a reincorporarse, ella cogio su mano, pero Tom hizo que Bill cayera de una sola patada.

-No es tu problema hermanito, es mejor que te vayas -aconsejo Tom, con los puños cerrados, mirando a su hermano con ira.
-Sí, es mi problema -respondio Bill, parandose del piso y colocandose frente a la muchacha, protegiendola.
-Eres tan ridiculo hermano, sabes que en menos de 2 minutos podrias estar de camino a un hospital, pero te crees bastante hombrecito como para retarme -se burlaba Tom de su gemelo.
-Me interesa una mierda lo que me creas, pero eres tu el que se cree hombrecito, de acuerdo, te reto -dijo Bill, mirando a su hermano a los ojos, con un odio unico e indescriptible, pero con un miedo interno.

Thomas se acerco hasta su hermano con una sonrisa dibujada en el rostro, pero su movil comenzo a sonar, era una llamada entrante.
-De la que te salvaste -dijo Tom, sacando el movil de uno de sus bolsillos, lo cogio y se fue hablando por este hasta la cocina.

Bill ayudo a Zabhine rapidamente, la sento sobre el sofa de la sala y limpio la sangre que brotaba de su nariz.
-¿Te sientes bien? -pregunto el de cabellos negros, con cierta culpa en si.
-Sí, estoy bien, son solo unos pequeños golpes -decia la noruega -No hay de que preocuparse.
-¿Estas segura? -insistio el menor de los Kaulitz.
-Sí, estoy muy segura de que me encuentro bien, no te preocupes Bill -decia ella, evitando que su mirada se encontrara con la de él.
-Disculpa -dijo Bill, tomandole una de sus palidas manos.
-¿De que? -pregunto ella, como si no hubiera pasado nada.
-Sabes que no debi haber tenido sexo contigo, sabia lo que ocasionaria si Tom nos miraba, pero no quize hacer caso, lo siento -se disculpo él.
-Bill, olvidalo, yo tuve la culpa de esto -dijo ella -Yo fuí la que entro a tu habitación, yo fui la que te beso, yo fui la que te desnudo.
-Pero yo ...
-Pero nunca paso, fue una ilusion de noche que no se repetira, fueron los efectos del acohol Bill, no te autoflageles, ya paso, se concluyo, calmate -pidio la castaña, soltandose de la mano de Bill.
-De acuerdo, nunca paso -acepto él.

Los pasos fuertes se oian desde la cocina, Bill estaba dispuesto a pelear con su hermano, si tenia que hacerlo por salvar a su amiga de la infancia, lo haría.
-No te preocupes hermanito, no te hare nada hoy -dijo Tom, con una enorme sonrisa -Me largo, debo hacer un trabajo.
-Largate -escupio Bill con rabia.
-¿Te iras? -pregunto Zabhine.
-Caramba, nunca pense que existiera mujer para masoquista-sonrio Thomas,cerrando la puerta tras él.

El movil del de dreads castañas volvio a sonar, era tan desesperante para él, pero contesto la llamada.
-Fred -saludo al que se encontraba en la linea.
-Thomas -saludo el noruego.
-¿Qué pasa? -pregunto Thomas, entrando a su auto.
-¿Estas llegando al lugar? -pregunto el hombre de voz gruesa.
-Recien estoy subiendo a mi cadillac, no te emociones Fred.
-De acuerdo, debes apurarte mocoso, sabes que podria llegar la policia y...
-Sí, sí, lo se a la perfección Fred, lo sé- dijo Tom, conectando el manos libres y empezando a conducir el auto.
-Que bueno que lo sepas, ahora colgaré la llamada, y eliminame de las llamadas recibidas.
-Lo haré, ahora tu tambien debes hacerlo, no quiero entrar en lios -hablo Tom, deteniendo el auto por el tráfico.
-Ya estas en lios, pero no en uno tan grande como caer -dijo Fred -De acuerdo mocoso, te borrare, ¿Y todo anda bien por alli?
-Algo bien, solo un pequeño percanse hoy, pero sin novedad alguna -conto el castaño.
-Excelente, cuando lo tengas en tus manos me llamas de oculto, no se lo des a nadie.
-No soy imbecil.
-Por eso estas dentro -rio Fred, colgando la llamada.

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-La gorda tiene novia, la gorda tiene novia -canturreaba Georg como un crío dando vueltas por toda la sala, mientras Gustav se tapaba los oidos.
-Que no es mi novia, ella no es mi novia -repetia Gustav por enesima vez.
-Sí, si lo es -se negaba a aceptarlo Georg -Por eso aquella noche llegaste con una sonrisa enorme, por eso fuimos al bar con Bill.
-¡Que no! -exclamo el rubio.
-Sí, y la besaste, la tocaste, hicieron cositas -decia el lacio haciendo unas mimicas bastante graciosas, como si tuviera a una mujer invisible frente a él.
-Seras terco, hombre, que no, que no, que no -repetia el rubio, ya cansado de eso -Solo cenamos como personas normales, hablamos de muchas cosas, intercambiamos numeros telefonicos y adios, fue una bonita velada.
-¿Es en serio? -pregunto Georg, sentado al lado de su amigo, sintiendo pequeños mareos ocasionados por las vueltas dadas.
-Sí, es en serio -dijo calmado -Y no pongas esa cara de perro triste, no me entristeze hacer una nueva amiga, es mejor.
-Sí, pero pensé que ya querias tener una novia.
-¿Novia? -pregunto él, para luego estallar en risas sonoras -No busco novia, seria estresante.
-Pero te debo decir algo.
-Sueltalo.
-Le gustas mucho a esa chica -dijo mirandolo con complicidad.
-Mentiras, ¿como podria gustarle a una chica que solo me a visto una vez? -pregunto intrigado.
-No solo una vez gorda, recuerda, recuerda, haz trabajar esa cabezota -pedia el lacio.
-La verdad es que siento que la eh visto en algun lado,pero no logro saber de donde la conozco -dijo Gustav, parandose del sofa y dirigiendose a la cocina.
-Gorda, ¿es en serio? ¿no recuerdas?
-No, barbie mia, no recuerdo -respondio Gustav abriendo la refrigeradora y sacando una soda.
-Tienes la memoria  de una abuela -critico.
-No recuerdo, en serio no.
-De acuerdo, es la amiga de Arianne -dijo rapidamente.
-¿Qué? -pregunto Gustav completamente pasmado, casi palido por la noticia.
-Sí, sí, ella misma -dijo, antes que el rubio dijera una palabra más.
-¡Qué cambio!
-Sí, y se vistio así porque queria sorprenderte gorda hermosa, pero tú ni cuenta te has dado.
-No soy adivino -se defendio Gustav.

El timbre de la casa estaba sonando, ambos se miraron, pero ninguno movio ni un dedo.
-Anda tu -dijo Georg.
-¿Porque yo? Anda tu.
-Que vayas tu -exijia Georg.
-Debes ir tu, a mi casi nunca me visitan, siempre es para ti.
-Eso es cierto, pero no quiero caminar, porfavor gorda, por el amor que me tienes.
-Gringa de mierda, no vas porque no quieres que se te esponje el cabello, de acuerdo iré yo -acepto Gustav, caminando hasta la puerta de la casa.

Abrio la puerta, sin imaginar que tras esta se escondia una agradable sorpresa.
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Thomas estaciono su auto frente a una casa de mal aspecto, dos hombres lo esperaban fuera de esta, le preguntaron su nombre y al darselo le sonrieron para dejar que pase.
El olor por el pasillo era completamente insoportable, mientras más caminaba, le daban más ganas de vomitar, pero debia aguantar todo eso.
A lo lejos podia observar una habitación donde las luces se encontraban encendidas, se acerco hasta ésta y toco dos veces la puerta, esperando a que alguien abriera.
Un hombre alto, de tez blanca, ojos verdes y apariencia de ser malo, abrio la puerta, lo miro de pies a cabeza y lo dejo entrar.

-¿Quien eres? -pregunto el hombre que se encontraba sentado en una silla bastante bonita, a comparacion de las porquerias que lo rodeaban.
-Tom Kaulitz -se presento el castaño, bastante serio, pero nada temeroso.
-Oh, ya veo, eres el enviado por Fred -hablo el hombre examinando cada detalle de Tom.
-Sí -admitio él.
-De acuerdo -acepto el hombre -¡Rouglas, examinalo!
El mismo hombre que habia abierto la puerta se acerco hacia Tom, quien lo miraba intrigado por saber como lo examinarian.
Rouglas metio la mano a los bolsillos de Tom, hallando dinero y cigarrillos en estos, asintio hacia su jefe, quien sonrio.

-Puedes darle el paquete -le dijo al pelirrojo.
-De acuerdo -acepto él, saliendo de la habitación y dejando a ambos solos en ésta.

El silencio se volvia cada vez más pesado, el ambiente era frio, ambos se examinaban, ninguno confiaba en el otro.
-Acá esta -dijo Rouglas, entregandole a Tom un paquete considerablemente grande, envuelto en una bolsa negra.
-¿Ya sabes que haras con eso? -pregunto el hombre rubio, el jefe.
-Sí, Fred me dijo lo que debia hacer -respondio Thomas.
-Está bien Kaulitz, cambia esa cara, eres identico a tu padre.
-Todos me lo dicen, es algo comun en mi dia a dia -sonrio el castaño, alzando su gorra.
-¿Y como esta tu gemelo que dicen que más parece tu melliza? -pregunto con una sonrisa burlona dibujada en el rostro.
-Creo que por esta noche la conversacion fue larga, debo irme -se despidio Thomas bastante serio, sin siquiera responderle la pregunta.
-Fue un placer haber hablado contigo -se despidio el hombre rubio, entre risas burlonas.

Tom camino, pasando nuevamente por los lugares asquerosos de hace unos momentos, cada ciertos pasos aguantaba la respiración, ya que aquel horrible olor le causaba nauseas.
Al quedar frente a la puerta de salida, los enormes hombres que la cuidaban se colocaron frente a él, cerrandole el paso.
Aquellos hombres lo miraban de pies a cabeza, tratando de encontrar algun defecto en éste, pero no lo hallaron, solo se divertian, pensando que lo atemorizaban, cuando no era así.

-¿Y te divertiste con el jefe? -le pregunto uno de ellos, el más alto.
-¿Divertirme? -pregunto Thomas, mirandolo serio, como quien no le importa mucho.
-Sí, pues tienes pinta de esos que entran cuando necesitan ... -dudo en decirlo, luego exploto en risas -ya sabes, dinero.
-¿Me estas diciendo marica? -pregunto el castaño lleno de rabia.
-Nooo -dijo ironico el hombre, quien se habia puesto colorado de la risa.
-¿Conoces al señor Fred? -pregunto Tom, quien noto que al pronunciar aquel nombre, todos quedaron en silencio, era un silencio respetuoso.
-Claro -admitio.
-El es muy amigo mio, no creo que le agrade oir que me estan jodiendo por acá, no se como reaccionaria -dijo burlon.
-Disculpe -dijo el enorme hombre, con cierto tono de respeto en sus palabras, Thomas sonrio satisfecho por eso, todos ahora dejaron que el siga con su camino.

martes, 2 de noviembre de 2010

Bienvenid@s... Nuevamente.

Nuevamente me hago presente, pero esta vez mediante un blog.
Sí, un blog.
Ya que no puedo seguir escribiendo en el foro, por razones de administración de este mismo, así que decidi crear este blog, ya que no las puedo dejar sin capitulos por casi un mes, las razones son obvias:

No recordaran que fue lo ultimo que leyeron.
No querran leer nuevamente.
Se desconectaran por completo del fic, y eso es lo que no deseo.

Ahora seguire con Strange, sera como siempre fue, no cambiara en nada, seguire fiel a mi loca manera de escribir.
Lo unico que pido para seguir con esto es que comenten los adelantos y los capitulos, pues de lo contrario me sentire abandonada.
Gracias a todas por leer, significan mucho.